Luego de cuatro años de tramitación, el Congreso despachó el proyecto de ley, que modifica la ley 18.892,la ley de pesca, que sanciona los escapes de salmones con una multa equivalente al valor de la cosecha de aquellos que no sean recapturados y, según el caso, con la suspensión de las operaciones del centro.
Además, permite que pescadores artesanales puedan capturar los ejemplares que salgan de los cultivos.
La nueva ley también exige que las empresas deben publicar la información relativa al uso de antibióticos y antiparasitarios y a la biomasa, mortalidad y cosecha de cada salmonera.
Este es un positivo resultado que incentiva el mejoramiento de una actividad que genera altos impactos en el medio ambiente.
Además la ley responde a un recurrente conflicto de acceso a la información sobre la operación de las salmoneras, que ha enfrentado a la industria con pescadores artesanales y organizaciones ambientalistas que, desde 2014, demandaban una regulación y transparencia sobre la cosecha de salmones.
En este contexto, el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, comentó: “Antes se creía que el escape de salmones era un problema de privados, pero es un inconveniente que puede tener una afectación directa al medio ambiente y las comunidades aledañas, y con esta normativa se está trazando un camino hacia una actividad más sustentable, segura y transparente”.
¿Por qué es una noticia positiva en términos de sostenibilidad la nueva ley de pesca?
Desde 2005, fecha en que Chile comenzó a ser uno de los mayores productores de salmón del mundo y que, al día de hoy nos sitúa en el segundo lugar, después de Noruega, la industria ha sacado cuentas alegres, sin embargo, suma numerosos impactos negativos en el ecosistema marino.
Al ser una especie introducida, carnívora y al estar en fuga, genera el consumo de especies nativas, siendo uno de los impactos directos que puede generar el escape de estos depredadores.
Otro impacto es el traspaso de enfermedades, debido a las altas concentraciones de antibióticos que se utilizan durante el desarrollo de estos peces.
Antes de la modificación, al no estar regulado, las empresas podían utilizar una gran cantidad de medicamentos sin necesidad de reportarlo, los que también producían eutrofización en las aguas, así como tampoco ser sancionados si había un escape de los peces.
La Ley General de Pesca y Acuicultura ha tenido diversas modificaciones con el fin de buscar un desarrollo más responsable y sostenible, de la industria.
Destaca la Ley Nª 20.434 de 2010 y la Nª 20.657 del 2013.
La ley define las áreas aptas para la acuicultura, que son aquellos espacios geográficos mediante la debida consulta a los organismos encargados de los usos alternativos de esos terrenos o aguas, en los cuales el Estado está facultado para recibir y aceptar a trámite solicitudes de concesión de acuicultura.
Con la nueva modificación se está trazando un camino hacia una actividad más sustentable, segura y transparente, que permitirá que las empresas salmoneras se preocupen más por sus procesos y desarrollen cada uno de ellos con mayor meticulosidad.
Nuevas tecnologías en el desarrollo sostenible de la acuicultura
Buscar nuevas alternativas para el desarrollo de los trabajos y el cultivo de los salmones, es el camino que deberán tomar las empresas, con el fin de reducir el uso de antibióticos y otros medicamentos, además de tener un mayor cuidado por las jaulas con el fin de evitar escapes.
Las Nanoburbujas tienen una serie de beneficios para los cultivos que van de la mano con el desarrollo sustentable de la industria y las alternativas para la reducción del uso de medicamentos en los peces.
Estas permiten el crecimiento de peces más sanos, mantiene los niveles óptimos de oxígeno y además, estas pequeñas burbujas crean un leve impacto oxidativo en el colapso que contribuye a la descomposición directa de las algas y a la oxidación de los elementos orgánicos.
Una tecnología eficiente que reduce el uso de energía y oxígeno, siendo la mejor alternativa del mercado para construir junto un desarrollo de la industria que vaya en armonía con el medio ambiente.