Huella de carbono de la industria en Chile
La industria salmonera es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Chile.
Según un estudio realizado por el Ministerio de Medio Ambiente, la industria salmonera generó 3,93 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2022, lo que representa el 2,5% de las emisiones totales del país.
El principal factor que contribuye a la huella de carbono de la industria salmonera es el alimento para peces.
El alimento para peces representa aproximadamente el 80% de la huella de carbono de la industria, ya que se produce a partir de ingredientes que requieren mucha energía para su producción, como la harina de pescado y la soya.
Otros factores que contribuyen a la huella de carbono
Otros factores que contribuyen a la huella de carbono de la industria salmonera son el transporte, la energía y el uso de antibióticos.
El transporte de salmones desde las jaulas de cultivo hasta las plantas de procesamiento y los mercados genera emisiones de GEI.
El uso de energía para alimentar las jaulas de cultivo y las plantas de procesamiento también genera emisiones. El uso de antibióticos para controlar las enfermedades de los salmones también contribuye a la huella de carbono de la industria.
Sin embargo, la industria salmonera en nuestro país se ha comprometido a reducir su huella de carbono. Las empresas están adoptando medidas para reducir el uso de alimento para peces, mejorar la eficiencia energética y reducir el uso de antibióticos.
¿Cómo las nanoburbujas pueden aportar a la reducción de la huella de carbono en la industria?
Mejora la eficiencia del alimento para peces:
La oxigenación con nanoburbujas mejora la capacidad de los salmones para absorber oxígeno, lo que les permite crecer más rápido y usar menos alimento. Esto reduce la cantidad de alimento que se necesita para producir una cantidad determinada de salmones, lo que reduce las emisiones asociadas con la producción de alimento para peces.
Reduce la necesidad de antibióticos:
La oxigenación con nanoburbujas ayuda a mejorar la salud de los salmones, lo que reduce el riesgo de enfermedades. Esto reduce la necesidad de utilizar antibióticos, que son una fuente de emisiones de GEI.
Disminuye el ciclo productivo:
Al crecer más rápido y utilizar menos alimento, el ciclo de producción se hace más corto.
La oxigenación con nanoburbujas es una tecnología prometedora que tiene el potencial de ayudar a las granjas salmoneras a reducir su huella de carbono y contribuir a la sostenibilidad de la industria.